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viernes, 17 de mayo de 2013

LAS TURQUESAS

La turquesa es un mineral, de color azul verdoso. Es un fosfato de aluminio y cobre.  Es escaso y valioso por su calidad.  Ha sido muy apreciado como piedra preciosa y ornamental durante miles de años debido a su color inigualable.  En la actualidad, como tantas otras gemas, tiene gran popularidad en el mercado debido a la introducción de tratamientos e imitaciones, algunas muy difíciles de detectar aun por expertos.

La palabra "turquesa"' es muy antigua y de origen indeterminado. Deriva del francés pierre turquoise, significando "piedra turca".  Se piensa que esto surge de una confusión, ya que en Turquía no hay turquesas, pero eran comercializadas allí, y entonces la gema fue asociada con ese país.

Como cuidar las turquesas

Siendo un material de fosfato, la turquesa es frágil y sensible a los solventes. Los perfumes y otros cosméticos pueden alterar su color, al igual que las pieles grasas.  Exposiciones prolongadas a la luz solar también pueden decolorarla o deshidratarla.
Deben tomarse ciertos cuidados cuando se utiliza como joya: los cosméticos, incluyendo los bronceadores o protectores solares y el aerosol para cabello deben ser aplicados antes de ponerse los accesorios, y no debe ser utilizada en la playa u otros lugares soleados.

Después de su uso, la turquesa debe ser limpiada con un paño suave para evitar la acumulación de residuos, y debe guardarse en un recipiente, aislada de otras piezas, para evitar ralladuras ocasionadas por otras gemas más duras.

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